El uso generalizado de la monitorización continua de glucosa (MCG) ha supuesto un gran avance en el control glucémico de las personas con diabetes tipo 1 (DM1).

El uso generalizado de la monitorización continua de glucosa (MCG) ha supuesto un gran avance en el control glucémico de las personas con diabetes tipo 1 (DM1).
La vitamina D es una hormona derivada del colesterol que se obtiene de fuentes dietéticas (D3 y D2) o mediante síntesis cutánea bajo la influencia de la luz ultravioleta (D3).
Recordemos dónde nos quedamos en el artículo publicado en el número anterior de la revista Diabetes, en el que terminamos explicando someramente los contenidos a programar dentro de una planificación del entrenamiento físico-terapéutico o deportivo.
La relación entre insuficiencia cardíaca (IC) y diabetes mellitus (DM) es bien conocida desde hace mucho tiempo. De hecho, la DM confiere un riesgo entre dos y cinco veces mayor de padecer IC, si lo comparamos con la población general.
En el último trimestre de cada año esperamos con anhelo las novedades y recomendaciones de las guías para el manejo clínico de las diabetes publicadas por la Asociación Americana de Diabetes (ADA) y la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD).
La planificación del entrenamiento físico-terapéutico es el proceso más complejo dentro de la preparación física de un paciente.
La monitorización continua de glucosa (MCG) es un avance tecnológico excelente que ha supuesto una mejora importante en el tratamiento y en la calidad de vida de las personas con diabetes mellitus (DM).
La destrucción autoinmune de las células beta pancreáticas obliga a las personas con diabetes tipo 1 a remplazar, de por vida, la insulina “propia “.
La clasificación diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2 es artificial y los límites entre ambas entidades son difusos en numerosas ocasiones.
A finales del año pasado, la agencia americana (FDA), la que autoriza la prescripción de nuevos medicamentos, consideró que había suficientes evidencias para que Teplizumab pudiera ser recetado para retrasar la evolución de la diabetes desde el estadio 2 al estadio 3, al considerar que este fármaco detiene la progresión de la enfermedad y retrasan, por un período de unos dos años, la administración de insulina