La obesidad infantil se ha convertido en uno de los problemas médicos y de salud pública más importantes. Su etiología es multifactorial y en ella interaccionan factores genéticos, biológicos y ambientales.

La obesidad infantil se ha convertido en uno de los problemas médicos y de salud pública más importantes. Su etiología es multifactorial y en ella interaccionan factores genéticos, biológicos y ambientales.
La duración de la vida está dictada por el proceso de envejecimiento y este describe la disminución del funcionamiento físico y fisiológico de los organismos.
En los pacientes con diabetes (DM1 y DM2) se ha descrito un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular que en la población general. El desarrollo de aterosclerosis en estos pacientes se produce de una forma más rápida y con afectación multifocal, pudiendo predisponer al infarto agudo de miocardio.
El envejecimiento es un proceso gradual, natural y continuo por el que el ser humano sufre una serie de cambios desde que nace y que van produciendo una degeneración generalizada de las funciones fisiológicas.
Existen múltiples fármacos que pueden provocar prediabetes (preDM), diabetes (DM) o empeorar el control glucémico de pacientes con DM previa. Esto ocurre sobre todo en personas con predisposición genética y con factores ambientales favorecedores concurrentes.
A pesar de los avances farmacológicos y tecnológicos de las últimas décadas en el manejo tanto de la DM tipo 1 (DM1) como de la DM tipo 2 (DM2), un porcentaje elevado de pacientes no cumple los objetivos terapéuticos recomendados por las guías de práctica clínica, con el consiguiente impacto en el desarrollo de complicaciones crónicas micro y macrovasculares, calidad de vida y aumento de mortalidad.
Cada vez hay más evidencia sobre la importancia de las horas y calidad del sueño para un mejor estado de salud en la población general.
El término “no alcohólica” genera estigma en grupos de riesgo nada relacionados con el alcohol como los niños, al tiempo que no se tiene en cuenta el componente de disfunción metabólica que subyace en la mayoría de los casos.
La dislipemia es muy común en las personas con diabetes mellitus tipo 2 (DM2), con una prevalencia que puede alcanzar el 85% de los casos.
La diabetes mellitus, el deterioro cognitivo y la demencia son trastornos crónicos muy prevalentes que frecuentemente coexisten, especialmente en adultos mayores. El 16% de las personas con diabetes mayores de 65 años y casi una cuarta parte de los pacientes mayores de 75 años tienen demencia con la consiguiente dependencia y un impacto negativo en la calidad de vida