Los datos mundiales sobre edad poblacional nos indican que el mundo avanza hacia una sociedad cada vez más envejecida.

Los datos mundiales sobre edad poblacional nos indican que el mundo avanza hacia una sociedad cada vez más envejecida.
La perspectiva de género en salud es aquel enfoque que reconoce cómo los factores biológicos, sociales y culturales influyen en la salud de mujeres y hombres de manera diferencial.
La práctica de ejercicio ha demostrado importantes beneficios en la salud de las personas diagnosticadas de diabetes mellitus (DM), ya que incrementa la captación de glucosa por parte del músculo esquelético (hasta 10 veces más que en reposo), aumenta la sensibilidad a la insulina, mejora la salud cardiovascular y del aparato locomotor, ayuda a reducir la grasa corporal, optimiza la composición corporal y contribuye a mantener un peso saludable.
La realización de ejercicio físico regular mejora la salud y bienestar de las personas, y puede ayudarlas a alcanzar sus objetivos de perfil lipídico, composición corporal, condición física y glucemia.
Cuando nos acercamos a conocer el mundo de la salud de las mujeres, y específicamente de la etapa que rodea la menopausia, nos encontramos con un mosaico de mitos, tabúes, mezclas de conceptos y aspectos vinculados a la patologización, medicalización e invisibilización de esta fase de la vida.
A partir de los 50 años se produce una pérdida progresiva de masa muscular de entre un 1-2% al año (especialmente fibras tipo 2 o rápidas responsables de generar potencia y fuerza) y cambios cualitativos en el músculo (infiltración de grasa y tejido conectivo) que producen un declive de la capacidad funcional con el envejecimiento.
La insuficiencia cardiaca (IC) es una anomalía cardiaca estructural o funcional que produce una reducción del gasto cardiaco o una elevación de las presiones intracardiacas en reposo o estrés.
En el último siglo, la actividad física (AF) se ha convertido en un pilar básico para adquirir un estilo de vida sano y que garantice una calidad de vida notable con respecto a la población sedentaria.
Este es el objetivo de este artículo; por un lado, establecer claramente la relación positiva entre AF y salud; por otro, señalar alguna de las excusas que se ponen para resistirse a la práctica, e intentar dar algunas claves para saltar dichas barreras y limitaciones, igualmente señalar déficits del sistema sanitario que no facilitan, no favorecen, una práctica sana y segura.
El control de la obesidad y del sobrepeso debe ser una parte fundamental del tratamiento global de la diabetes, por varios motivos.