El glucagón es una de las principales hormonas en el control de la homeostasis de la glucosa en base a su efecto hiperglucémico, así como a su oposición a varias de las acciones de la insulina.

El glucagón es una de las principales hormonas en el control de la homeostasis de la glucosa en base a su efecto hiperglucémico, así como a su oposición a varias de las acciones de la insulina.
La tecnología ha supuesto un gran avance en el manejo de la diabetes tipo 1 (DM1), no solo por la mejora en el control glucémico sino en la calidad de la vida y otros aspectos psicosociales de las personas con diabetes.
En el vasto panorama de la ciencia médica, hay descubrimientos que sobresalen no solo por su impacto en salud, sino que también tienen una intrincada historia de investigación y desarrollo.
¡Ya llegan! ¡Por fin dispondremos de fármacos útiles y seguros para el manejo de la obesidad! Obesidad ¿pero no hablamos de diabetes?
El estándar de tratamiento de la diabetes tipo 1 es lo que conocemos como tratamiento intensificado con insulina.
La hipoglucemia es, a día de hoy, una situación inherente a la diabetes tipo 1.
Los ar-GLP1 son un grupo en plena expansión por sus efectos sobre la HbA1c y el peso, beneficios cardiorrenales y bajo riesgo de hipoglucemia. Actualmente, están en desarrollo otras moléculas, como efpeglenatide e inhibidores duales GIP y GLP1 como tirzepatide…
En personas sanas, sin diabetes mellitus (DM), existe un equilibrio preciso entre la acción de las hormonas que controlan el nivel de glucosa en sangre. La insulina permite que la glucosa entre en las células y el glucagón detiene este efecto hipoglucemiante, si es necesario, aumentando la liberación de los depósitos de glucosa y forzando su producción, junto con otras hormonas
La diabetes mellitus tipo 1 (DM1) es una enfermedad crónica de base autoinmune en la que se produce la destrucción de los islotes beta pancreáticos con el consiguiente déficit de insulina, de manera que el organismo no es capaz de mantener la glucemia y en consecuencia la normalidad metabólica.