La prediabetes se define como un nivel de azúcar en la sangre o glucemia más alto de lo normal, pero no lo suficiente como para que una persona pueda ser diagnosticada de diabetes tipo 2, según define la ADA en sus estándares de 2024.
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La prediabetes se define como un nivel de azúcar en la sangre o glucemia más alto de lo normal, pero no lo suficiente como para que una persona pueda ser diagnosticada de diabetes tipo 2, según define la ADA en sus estándares de 2024.
Recientemente, en el año 2021, hemos celebrado el primer siglo de historia de la insulina desde que, en 1921, unos investigadores en Toronto, Frederick Banting y Charles Best, extrajeron con éxito insulina del páncreas de un perro y analizaron su efecto, lo que trajo esperanza por primera vez en la historia a las personas con diabetes.
La diabetes mellitus (DM) constituye uno de los principales problemas de salud a nivel mundial debido a su amplio coste económico, personal y social, siendo considerada una de las mayores emergencias sanitarias de nuestro siglo.
El dulce es uno de los sabores primarios, producido de forma natural por aquellos alimentos ricos en hidratos de carbono sencillos, es decir, azúcares.
La realización de ejercicio físico regular mejora la salud y bienestar de las personas, y puede ayudarlas a alcanzar sus objetivos de perfil lipídico, composición corporal, condición física y glucemia.
Un tentempié se le denomina a aquella «comida ligera para reponer fuerzas», también conocido como snack, picoteo, aperitivo, botana o colación, según la región a la que nos refiramos.
En los últimos cien años, la historia de la diabetes tipo 1 (DM1) ha experimentado enormes cambios en su manejo y entendimiento. Hasta el descubrimiento de la insulina por Banting y Best en 1921, y su posterior uso en humanos, la diabetes se trataba de una entidad letal a corto plazo.
Hoy día sabemos que existen una serie de observaciones –datos analíticos o clínicos– que pueden indicarnos el riesgo a padecer diabetes tipo 1. Pero ninguna de ellas ha demostrado tener la suficiente especificidad y sensibilidad como para permitirnos seleccionar las personas cuyo riesgo de sufrir la enfermedad sea alto, y en las que esté indicado un seguimiento continuo, en aras de prevenir o tratar la enfermedad en sus estadios más iniciales.
En la edad pediátrica la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es mucho menos frecuente que la diabetes mellitus tipo 1 (DM1), sin embargo su incidencia está aumentando en las últimas décadas debido al incremento tan importante de las tasas de sobrepeso y obesidad en la infancia y adolescencia.
El santo grial de la insulinoterapia, para disminuir el riesgo de complicaciones crónicas y de hipoglucemia, sería conseguir insulinas sensibles a la de glucosa, que actuarían en caso de hiperglucemia y cesarían su acción tras alcanzar la normoglucemia, lo que favorecería mantener un mayor tiempo de glucosa en rango.