Los fármacos antipsicóticos son el tratamiento de elección para la esquizofrenia y otros desórdenes psiquiátricos incluidos el trastorno bipolar, la demencia o la irritabilidad relacionada con el autismo.

Los fármacos antipsicóticos son el tratamiento de elección para la esquizofrenia y otros desórdenes psiquiátricos incluidos el trastorno bipolar, la demencia o la irritabilidad relacionada con el autismo.
Las nuevas insulinas y en particular el desarrollo de las cada vez mejores bombas de insulina con sistemas automáticos de liberación de insulina han supuesto un avance muy importante en el tratamiento de la diabetes tipo 1, pero, aun así, obtener un adecuado control de la enfermedad sigue siendo altamente demandante y difícil para una amplia mayoría de pacientes.
Películas y cómics de superhéroes nos han enseñado desde pequeños el poder de hacerse invisible. Un artículo publicado este año muestra por primera vez como este sueño podría convertirse en realidad para los islotes pancreáticos antes de ser trasplantados.
Entender cómo un grupo de pequeños fragmentos génicos recientemente identificado en islotes pancreáticos regula el desarrollo y función secretora de las células beta podría abrir nuevas puertas para entender mejor los mecanismos celulares alterados en diabetes y para el desarrollo de nuevos fármacos.
El pasado 19 de septiembre tuvo lugar la 58 edición del congreso europeo de mayor relevancia en el ámbito básico y clínico en diabetes, la reunión anual de la European Association for the Study of Diabetes (EASD).
La fabricación de islotes pancreáticos funcionales a partir de células madre pluripotentes podría convertirse en una fuente renovable de células para el tratamiento de la diabetes.
Ya hace más de dos años que la pandemia de COVID-19 convive con nosotros. La abreviatura COVID-19 viene del inglés y se podría traducir como “enfermedad causada por el coronavirus del año 2019”.
A pesar de que los genes con capacidad para codificar proteínas suponen solo un 1% de todo el genoma humano, a lo largo de la historia no se ha prestado demasiada atención al 99% restante (Dunham et al., 2012). De hecho, a todo aquel trozo de ADN que no codificará proteínas se le ha considerado “ADN basura”.