En los últimos años la tecnología aplicada al tratamiento de la diabetes ha supuesto una revolución, tanto para las personas con diabetes, como para los profesionales sanitarios implicados.

En los últimos años la tecnología aplicada al tratamiento de la diabetes ha supuesto una revolución, tanto para las personas con diabetes, como para los profesionales sanitarios implicados.
La tecnología ha supuesto un gran avance en el manejo de la diabetes tipo 1 (DM1), no solo por la mejora en el control glucémico sino en la calidad de la vida y otros aspectos psicosociales de las personas con diabetes.
El deporte y el ejercicio físico aportan muchos beneficios a las personas con diabetes tipo 1 (DM1).
La destrucción autoinmune de las células beta pancreáticas obliga a las personas con diabetes tipo 1 a remplazar, de por vida, la insulina “propia “.
Entendemos como tecnología para la diabetes el uso de diferentes dispositivos tecnológicos con el fin de mejorar el control glucémico y la calidad de vida de las personas con diabetes.
Desde la irrupción en el mercado del primer sistema de asa cerrada en 2017, ya son seis los sistemas comerciales que han entrado en la carrera de la automatización del control de glucosa, aunque no todos ellos están disponibles en España.
Dichos sistemas se caracterizan por el cómputo automático de la infusión a administrar por la bomba de insulina con cada nueva medida de glucosa, suministrada por un monitor continuo, empleando para ello cierta lógica de decisión o algoritmo de control
Desde el descubrimiento de la insulina, se sigue investigando para crear insulinas con perfiles de acción lo más fisiológicos posibles, para que se asemejen a la función que realiza la insulina en una persona que no tiene diabetes. Así mismo, se ha investigado y se ha avanzado mucho acerca de los diferentes tipos de administración.