Desde la irrupción en el mercado del primer sistema de asa cerrada en 2017, ya son seis los sistemas comerciales que han entrado en la carrera de la automatización del control de glucosa, aunque no todos ellos están disponibles en España.
Dichos sistemas se caracterizan por el cómputo automático de la infusión a administrar por la bomba de insulina con cada nueva medida de glucosa, suministrada por un monitor continuo, empleando para ello cierta lógica de decisión o algoritmo de control
